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Unas buenas razones para no beber alcohol

 

Unas buenas razones para no beber alcohol

El impacto del alcoholismo en la fusión de las mitocondrias —los componentes de las células que ayudan a generar energía vital para el organismo— contribuye al debilitamiento de los músculos, según un estudio de científicos chilenos.

La debilidad muscular es un síntoma común tanto de las personas que han sido alcohólicas durante mucho tiempo como de los pacientes con enfermedad de las mitocondrias.

En un artículo publicado en la revista Journal of Cell Biology, Verónica Eisner, científica de la Universidad Thomas Jefferson que lideró el estudio, y sus colegas, describen un eslabón común en ambas condiciones: mitocondrias que no pueden repararse.

Las mitocondrias reparan sus componentes rotos fusionándose entre ellas e intercambiando sus contenidos. En este proceso las partes dañadas se separan para un reprocesamiento y son reemplazadas por proteínas de la mitocondria sana que funcionan de manera apropiada.

El tejido muscular depende constantemente de la energía que proveen las mitocondrias, lo cual hace que la labor de reparación sea una necesidad frecuente.

Si esta cadena de reparación se quiebra, los músculos comienzan a volverse inútiles, se padece de fatiga y de graves afecciones osteomusculares.

Según indica la Biblioteca Nacional de Medicina, para la mayoría de los adultos el consumo moderado de alcohol no sea peligroso. Sin embargo, aproximadamente 18 millones de adultos en el país son alcohólicos o tienen problemas con el alcohol. El alcoholismo es un mal con cuatro características principales:

•Ansia: una fuerte necesidad de beber.

•Pérdida de control: incapacidad para dejar de beber una vez que se comenzó.

•Dependencia física: síntomas de abstinencia, tales como nauseas, sudoración o temblores.

•Tolerancia: la necesidad de beber cantidades de alcohol cada vez mayores para poder sentir el mismo efecto.

Según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y Alcoholismo, esta adicción conlleva muchos peligros serios. Beber en exceso puede aumentar el riesgo de padecer algunos cánceres, causar daños en el hígado, el cerebro y otros órganos. Beber durante el embarazo también puede dañar al bebé. El alcoholismo también aumenta el riesgo de muerte por accidentes de tránsito, lesiones, riesgo de homicidios y suicidios.

¿Qué es beber demasiado? Según la Asociación Americana de Médicos de Familia:

•Una mujer que consume más de 7 tragos por semana o más de 3 tragos cada ocasión.

•Un hombre que consume más de 14 tragos por semana o más de 4 tragos por ocasión.

Fuentes: Agencia EFE, Biblioteca Nacional de Medicina, Asociación Americana de Médicos de Familia.

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